viernes, 3 de febrero de 2012

Gracias a Dios nos robaron el carro!!!


La bacalao estaba llegando de viaje, y ya era la fecha de hacer mercado. Fuimos cuales ricachones a hacer mercado en el Excelsior Gama de santa Eduvigis como a las 7:00 p.m. de un 30 de Junio de 2009.

Habíamos comprado un semerendo mercado de unos Bs.F. 1.500 (hoy equivalentes a Bs.F. 2.300) y justamente estacionando frente al Edificio para bajarlo, nos salieron dos carajitos de la nada. Uno de ellos con una pistola. Fue una vaina que duró menos de 30 segundos, con un sigilo excepcional.

El de la pistola me apartó de la Bacalao y el otro se fue detrás de ella para quitarle la cartera.

El coñito me preguntó si estaba armado (algo que era obvio porque si no ya nos hubiésemos caído a tiros) y me pidió las llaves del carro y la cartera.

Se montaron, prendieron el carro, y se fueron.

Como un par de guevones, nos quedamos viendo como el carro se iba….

Como el carro se iba, con toda la comida e insumos del mes, 5 tarjetas de crédito, 2 cédulas de identidad y 2 licencias de manejo, media chequera de cesta-tickets que aun faltaba por gastar, un celular.

Como el carro se fue con las únicas fotos de la infancia de mi Bacalao.

Solo quedaron: mi celular, las llaves de mi casa y dos guevones parados entre Puente Anauco y Puente República a las 8:55 de la noche.

Nos dimos media vuelta y entramos al edificio, sin decir palabra.

Recuerdo esa sensación de estar entre despierto y dormido, donde no reconocer qué es realidad o qué imaginación. La pistola me venía a la mente por microsegundos.

Ya en el ascensor llegó la impotencia.

Al llegar a la casa, llegó la ira.

Lloramos juntos por dos días.

No fue el carro, o el mercado, o las tarjetas. Tampoco fue el susto, ni la pistola. Era el hecho de abrir los ojos, de sentir que eso que creímos era futuro, no podía ser en Venezuela.

Al tercer día me dijo: nos vamos.

Al séptimo día le dije: A Australia.

5 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente tu post!!!

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  2. Excelente post Furio... y tal cual chamo que impotencia tan grande!

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  3. que triste que estas cosas pasen en el lugar que creímos seria la tierra que conocerían nuestros hijos...
    pero sin lugar a dudas esa es la mejor opción...

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  4. y lo mas triste es que tienes que decir, menos mal que fue solo el carro....

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